12 de junio de 2012

Eterna. Último capítulo de La Trilogía de la Oscuridad.

Me pudo el ansia y no hice caso a la retahíla que se repetía en mi cabeza "..empieza de nuevo desde el primer libro.." "..lee la trilogía del tirón..". Pero nada, el afán me venció y me lance directamente a la lectura de este tercer libro para descubrir cuanto antes (un signo inequívoco del devorador consumo que vivimos) la resolución final del conflicto creado en las novelas anteriores. Para escribir esta entrada, he releído mis reseñas anteriores para intentar recordar y cotejar la evolución de las tres novelas.

En Eterna hay un salto, no solo temporal de dos años, sino más bien en la recreación de un mundo completamente nuevo. En esta nueva sociedad, los vampiros ocupan un rango superior liderados por el Amo, mientras que los seres humanos descienden varios peldaños en la escala social. Reconvertidos en simples rebaños sanguíneos o para mantener un mínimo de servicio básico. Un futuro inventado por parte de los autores que no tienen ningún pudor en enseñarnos las vergüenzas morales humanas.

Tras el impas de dos años, la novela nos introduce en un nuevo orden y como la lucha continua por parte de los protagonistas, quienes arrastran un lógico desgaste físico y moral tras perder batalla tras batalla. A todos les mantiene la idea de sobrevivir y la venganza por la perdida de sus seres queridos. Algo que puede llegar a quebrar en la confianza del grupo por la vieja tentación y facilidad humana de corromporse. Todo un acierto mostrar al ser humano como una verdadera bestia sin escrúpulos incluso en los momentos más dolorosos para su propia raza, (Barnes, Creem...). Lo mejor y lo peor es el vertiginoso ritmo que contiene la novela, echando en ocasiones en falta el sosegado y lento arranque de Nocturna. Esta nueva novela se lee aun más rápido, la acción predomina sobre los interesantes planes del Amo y la doblez moral de Goodweather. El enfrentamiento paterno filial es el colmo de lo que normalmente se denomina como tragedia griega, en este asunto Del Toro y Hogan no tienen compasión, ni falta que les hace, en derivar ese encuentro final como el más doloroso acto de amor.

En las otras reseñas siempre he apuntado algún defecto o sobrada por parte de los autores. En esta ocasión me remito a afirmar que La Trilogía de la Oscuridad forma un entretenido conjunto, recomendable para una lectura fresca y digerible en los calores que se avecinan. Las tres novelas logran sufragar el paso del tiempo a través de una completa historia vampírica, tan destacable que se agradece la cruel visión de este monstruo creado en el siglo XIX y que nada tiene que ver con las amables y cursis formas que la mercadotecnia intenta vendernos en el siglo XXI.


¿Quieres morir? ¿Porque?
La respuesta más simple es que me siento cansado. La inmortalidad ha perdido su brillo para mí desde hace muchos siglos. De hecho, le ha quitado el esplendor a todo. La eternidad es el tedio. El tiempo es un océano, y yo quiero llegar a la orilla.
El señor Quinlan

Eterna. Guillermo Del Toro y Chuck Hogan
Ed Suma de letras.
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Nocturna
Oscura


The Strain T1
The Strain T2

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