23 de abril de 2013

La reina de la remolacha

Nueva incursión arbitraria en la elección de la siguiente lectura. Tocaba experimentar ya que de vez en cuando creo en la necesidad de descubrir autores menos promocionados y de obras menos reconocidas por el público en general. En esta ocasión, una novela de Louise Erdrich, escritora americana que parece haberse hecho un hueco en el ámbito literario y con buenas referencias en su propio país. La reina de la remolacha se centra en la vida de un grupo de personas a lo largo de cuatro décadas, donde se destacan algunas peripecias y aspectos escogidos a lo largo del tiempo en una población perdida de Dakota del Norte. Estos hechos relevantes tienen más que ver con situaciones cotidianas en el transcurso de sus vidas y en sus mundos interiores que con grandes fuegos de artificio.
La corona

El texto anda saltando a lo largo de los años a través de sus protagonistas. En un primer momento, Mary Adare se erige como guía principal hasta que los demás personajes adquieren el hábito de dirigir sus propios episodios. Estos saltos temporales varian según que figura nos lo narre, llegando incluso a enlazar mismas historias desde distintos puntos de vista. Por supuesto cada individuo tiene su propia personalidad que contrasta del resto a pesar de estar unidos en un pequeño circulo vicioso donde siempre acaban juntos a pesar de las discrepancias que mantienen unos con otros. He de matizar que al poco de empezar la lectura, una persona me indicó la particularidad editorial de Siruela, una empresa editora que se arriesga a publicar obras de autores menos reconocidos por el nombre que por el valor de sus letras. Quiero destacar este punto concreto, el del talento narrativo de la escritora quien maneja muy bien los tiempos y crea deliciosos tramos narrativos.

Por contra, esta novela en concreto apenas me cautiva, simplemente a nivel global porque la historia que nos cuenta va perdiendo interes según se sumerge en un vasto campo mágico. Tal vez yo sea un barbaro predestinado a lecturas más directas frente al realismo mágico que impone la autora. En cierto modo, tanta retahíla poética conduce al lector al hastío de tener que aguantar a un conjunto de personajes detestables, ninguno consigue atraernos es sus miserias o vivencias, ninguno logra conectar con el lector, y le sirva de excusa para acercarse al resto de historias entre personajes. Los protagonistas andan enmarañados en sus vidas mientras el paso del tiempo avanza inexorable ante ellos mismos sin que nadie haga nada por modificar sus caminos marcados. La reina de la remolacha se pierde entre nimiedades rurales y relativas anecdotas sin importancia para sumar una historia que en su conjunto ni me atrae ni me importa, llegando al peligroso punto de pensar en abandonar la lectura del libro. Y eso que reconozco la buena mano de Erdrich pero su historia no contiene el mismo efecto embriagador. Nada interesante en este culebrón donde finalmente termino la lectura casi por obligación.
 


Louise Erdrich
Ed. Nuevos tiempos, Siruela

PD: 100

17 de abril de 2013

Chronicle

Impresionado es como me he quedado tras el visionado de esta película que tenía pendiente desde que se lanzó su atractivo trailer. Me ha gustado bastante el début de Josh Trank, como director y su complice en el guión Max Landis, hijo del conocido John Landis. Ambos jóvenes han sabido plasmar una idea diferente al género de los superhéroes. Tan de moda últimamente y con ciertos éxitos de taquilla. Los héroes de Chronicle son tratados de manera distinta, más cercanos y cutres con un fin último bien distinto que el usado por otros locos disfrazados. La película cuenta la historia de tres adolescentes que adquieren superpoderes y como estas habilidades afectan a sus vidas. Ejemplo clásico en este tipo de aventuras con la presentación de los personajes principales y los problemas que los rodea, posteriormente se centran en la adquisición de estos poderes, el descubrimiento y el uso que le dan nuestros protagonistas. En este caso, los chavales prefieren divertirse que a fantasear con salvar o conquistar el mundo. 

Te veo / Fox Deutschland
Un aspecto importante es el modelo escogido para narrarnos esta historia. El director opta por una modalidad en auge, la del material grabado y encontrado. El denominado found footage. Este es un interesante punto de vista narrativo, donde algunos autores lo están explotando bastante últimamente gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías y del sonado éxito que tuvo en su día "El proyecto de la bruja de Blair". Este recurso se centra en el trío protagonista de manera acertada e inteligente en la mayoría de los casos, mientras que en otras, este elemento está demasiado forzado, como el accidente del coche o las partes de la videobloguera. La sensación de adentrarnos en la misma historia esta muy conseguida en buena parte pero no termina de cuadrar durante toda la película. El uso de otras imágenes como las de videovigilancia aportan un toque actual, tan acostumbrados estamos a ver en los informativos este tipo de grabaciones que son transformadas en noticias aunque ocurran en la otra punta del mundo. Esta opción se resalta desde una buena óptica ya que permite jugar con la imaginación del espectador para ver donde diablos esta la cámara. Sin embargo copar todo el metraje desde este punto de vista es bastante complicado y en ocasiones se coge con pinzas. Como en la secuencia final donde Andrew se rodea de tablets y móviles en medio de la lucha final. Que ganas de tanto ego. Lo cierto es que ahí falla bastante este uso narrativo. A pesar de todo, la cinta es bastante entretenida, engancha su historia por el modelo de contarlo y su condición callejera. 

Eooooooo¡¡¡¡¡¡ / Fox Deutschland
El protagonismo recae en un trio adolescente, como muchos otros superhéroes en esa conflictiva edad y se agradece que no haya trajes de colores o casi, ni pretensiones grandilocuentes. Básicamente la temática se centra en la vida de estos jóvenes de instituto, quienes prefieren divertirse como chicos de su edad que a realizarse grandes cuestiones morales. Fantástico por cierto el momento de vídeos trucados en plan youtube en el supermercado. Referencia sin más a las tonterías de la sociedad actual y que vemos constantemente en Internet. Lamentablemente el tráiler desvelaba más de lo que debería aunque sea fácil discernir por donde van los tiros viendo el argumento inicial. Ante tanta broma y sueños por cumplir, estos chiquillos tendrán que madurar a la fuerza y dejarse de juegos cuando la cruel vida les golpea en la cara por mucho superpoder que se tenga. El último punto de giro nos traslada al conflicto final, con reminiscencias claras al anime de Akira en un conjunto de escenas bien rodadas y con uso de las cámaras de vigilancia como complemento a la espectacularidad de la acción con la ciudad de Seattle como fondo. Chronicle es adictiva y corta, veremos hasta donde llega la dupla Trank y Landis. Un par de jóvenes prometedores que se unen a un buen número de nuevos realizadores que se están asentando en la meca del cine. Solo la sabiduría del tiempo dirá si nos encontramos ante una nueva ola o generación de talentos en el mundo del cine.

Chronicle de Josh Trank
2012

9 de abril de 2013

Fortines: Alto de El León

                                                                                                        Vertiente Segoviana.

Esta entrada viene a completar la anterior excursión del mes de julio, después de que la tecnología me abandonase a mitad de camino. Tenía en mente volver cuando la nieve ocupase esta leve cota para contrastar con la anterior visita estival, pero entre unas cosas y otras me he tenido que conformar con las constantes lluvias de marzo. Arroyos, charcos y barros por doquier. Nuevamente e
n la cima del puerto me encamino directamente por el GR10 hasta el roquedal y el vértice que separa ambas comunidades y provincias. Con la idea de retomar el paseo desde el mismo punto, como si la pila no hubiera fallado y pudiera completar esta ruta de una tacada, tal como se merece. Para empaparme un poco de los belicosos restos vuelvo a la vertiente madrileña donde cojo algo de carrerilla por la trinchera que sube hasta el citado roquedal y vértice. Justo al cruzar la frontera vallada hay un refugio en bóveda al lado del sendero GR10. Ya en julio aprecie el paso de un tonto con aerosol al inscribir de manera tricolor republicana las siglas del 15M, como siempre hay más de un imbécil, ahora las siglas han sido subrayadas con la rojigualda 45M. A ver que nueva sandez me encuentro la próxima vez.

Mapa. Extraído del foro GEFREMA
Centrándonos en la ruta y dejado atrás el refugio, la línea del frente se va a ir internando hacia un altivo bosquecillo de pinos. Los cuales acogen en su interior varios restos de muretes, viviendas y algunas trincheras. Listos para ser visitados sin ninguna necesidad de seguir una línea recta. Para centrarnos en algo más vistoso hay que acercarse hasta la linde que crea unas torres de alta tensión donde aparecen dos refugios en bóveda, ambos son utilizados por senderistas y montañeros así que lo mejor es respetar lo construido. Un murete posterior nos lleva hasta el limite de la posición, hacia un pequeño enclave fortificado que se ayuda de la naturaleza para camuflar las construcciones sobre grandes bloques de granito, aunque se encuentra bastante deteriorado. Toca volver hacia los refugios anteriores para continuar por una doble trinchera que nos lleva a bordear la ladera segoviana, como si volviéramos al Alto de El León. Esta doble trinchera va distribuyendo diferentes construcciones, pozos de tirador y parapetos al frente con viviendas y otras edificaciones hacia atrás. Un nuevo refugio en bóveda aparece en nuestro camino, algo más deteriorado aunque alguien intente taponar con ladrillo lo que antes era hormigón.

Seguimos de frente y un roquedal se alza con fuerza, las rocas se estiran en pos de obtener unas buenas vistas naturales y un par de fortines lo coronan sobre el majestuoso valle de la Garganta del río Moros. Ahí están, techados de tal modo que puedan pasar desapercibidos ante la vigilancia aérea. Es un buen lugar para hacer un alto en el camino, reponer fuerzas y disfrutar de las vistas. Los fortines están en perfecto estado y por suerte todavía no se ha pasado ningún idiota con ínfulas artísticas ni ideológicas. Al este se encuentran varios muros de viviendas y el pinarcillo mencionado anteriormente que esconde más muretes y restos de viviendas. Hacia el oeste más restos de edificaciones se reparten por la ladera. Toca levantarse y rodear el roquedal para bajar la ladera y apreciar más de cerca los restos orientados hacia la colonia de San Rafael. Al oeste. De las derruidas construcciones una llama especialmente la atención gracias a una fuerte placa de hormigón como techo que se encuentra partido a pesar de la dureza del material.


Fortín observatorio
En este punto hecho en falta no haber puesto el GPS, desde aquí se puede regresar hacia arriba, por el pinarcillo e ir hasta el GR10 que delimita el cordal, aunque queda por visitar otra posición interesante. Para ello nada mejor que dejarse caer por la falda de la montaña casi en línea recta, atravesar otro pequeño cumulo de jóvenes pinos, a continuación cruzamos una pequeña pista forestal y más adelante llegamos hasta otra acumulación de restos nacionales. Destaca un fortín abovedado sobre otro pequeño roquedal mientras numerosos restos de viviendas y parapetos se acumulan a su alrededor. El fortín parece desplegar una vela en su lado más vistoso, ascender hasta su interior cuesta un poco, tampoco es que haya en su interior ninguna maravilla pero llegados a este punto la curiosidad bien merece un leve toque de escalada. Justo detrás del elevado fortín hay otro refugio en bóveda y más al sur restos de viviendas más grandes. No cuesta nada rodear un poco esta posición para ver más de cerca los restos.


Queda la vuelta, para ella hay que encaminar los pies hacia el suroeste, o ascender hasta la pista anteriormente señalada y continuar hasta una bifurcación que asciende hacia arriba. Otra torre de alta tensión puede servirnos de faro, es que a nadie se le ocurrió pensar en el paisaje y las líneas de media España deben pasar por aquí. Esta nueva pista nos lleva directamente hacia el Alto de El León. Un vallado a nuestra derecha nos separa de un espectacular edificio, nave o campamento en muy buen estado. Al otro lado de la carretera hay otro edificio similar que se puede visitar. Lo dejamos tranquilo hasta la siguiente excursión. Hacia la izquierda y abandonando la pista se observa una enorme cantera, en lo alto de la piedra desgajada perduran los restos de otra posición enmascarada en la cúspide. Desde este altillo queda regresar al GR10, a la búsqueda de otro edificio similar al cercado anteriormente, solo que este tiene su techo desplomado sobre el suelo, grandes bloques de hormigón desparramados. Solo queda regresar al origen de esta única ruta cercenada en dos partes. No importa, es tal la cantidad de restos acumulados en esta zona que todavía estamos esperando a que alguna institución se digne a cuidar este museo al aire libre. Cien años deben de pasar según ciertas leyes. Cuarto de siglo queda.

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Álbum

3 de abril de 2013

The River: Sin magia alrededor

Por una extraña coincidencia se van a acumular en el blog ciertas obras audiovisuales de un género conocido como "found footage". El supuesto material filmado sobre algún suceso anterior y que es encontrado para deleite del morboso. Después se supone que se expone tras pasar por la cabina de montaje, libre, pública e impúdicamente. Porque se trata dar la tabarra de suceso real. Basta con recordar el éxito de El proyecto de la bruja de Blair. Ahora toca la versión televisiva tras la últimas incursiones cinematográficas, como Monstruoso o Chronicle

¿Cómo fue mi funeral?
En esta corta y única temporada, los creadores de The River nos transladan a las profundidades del Amazonas, en una extraña mezcla de operación de rescate con show televisivo de por medio sobre la desaparición del doctor Emmet Cole, una estrella de la televisión que capitaneaba un programa sobre los secretos de la naturaleza. Cole y su equipo de rodaje se perdieron en la selva amazónica sin dejar rastro y han sido dados por muertos. Seis meses después una baliza de señalización es activada y los antiguos compañeros del doctor se agrupan entorno a su esposa Tess y su hijo Lincoln, para iniciar una nueva búsqueda. La cadena de televisión cubrirá con los gastos con la condición de grabarlo todo para su emisión posterior. El espectáculo debe continuar. Esta simple argucia nos introduce en el icono de este genero, en el excesivo uso de la cámara en mano y que arrastra los problemas del ajetreo de los protagonistas además de la imagen desestabilizada por los bruscos movimientos. Tanta supuesta realidad no compensa el continuo mareo que producen las imágenes en carrera. 

El veterano y solvente Bruce Greenwood encabeza un variopinto reparto de actores, mayormente desconocidos donde también destaca el conocido alemán Thomas Krestschmann, en un personaje tan pasado de vueltas que da vergüenza verlo como mercenario de armas. El resto es cumplidor e hiriente, solo destaca por personalidad e interpretación la clara propuesta de bajeza moral, interesada y pirata del productor. De la inexpresiva Paulina Gaitán... mejor dejarlo correr.



A pesar de un punto de partida interesante junto a la mezcla de este genero con el terror, la serie apenas engancha en su episodio piloto, dirigido por el solvente catalán Jaume Collet-Serra, y eso que el ritmo es más trepidante, al acumular demasiados giros de los que normalmente ocurren en otras series con un ritmo más reposado. En The River es todo lo contrario, nos meten tan rápido en el asunto que apenas uno se da cuenta de como es posible que encuentren la embarcación perdida, el Magus, cuando supuestamente los seis meses anteriores la búsqueda oficial no había dado resultados positivos. Por no decir que cualquier persona sensata se daría la vuelta hacia casa tras los primeros fenómenos paranormales. Este barco, el Magus esta poblado de cámaras, ríete tú de Gran Hermano ante el inusitado despliegue cotilla, no hay rincón ni pasillo que no se cubra para mayor gloria del pegaplanos de turno. Es una excentricidad tan alta que pierde parte de la magia de la cámara al hombro y el aspecto documental.  


Otro problema es que las partes supuestamente terroríficas de los primeros capítulos están más centradas en cuentos y leyendas sin relación alguna con la idea principal. Las tramas son más bien derivados extremos de relatos populares que adquieren sentido en esta profundidad amazónica denominada como boyuna, el misterioso lugar donde las excentricidades cobran vida y donde los personajes son incapaces de preguntarse un simple ¿porqué????. Estos primeros episodios hacen perder el interés de una serie que nos hace esperar hasta el sexto capítulo para meternos en la gracia del asunto. Además incrementa ese interés al hallar material grabado por el propio Emmet Cole, una retroalimentación del género que nos permite ver las últimas grabaciones del doctor y aupar la serie hacia otro camino más interesante sobre los secretos que oculta en el interior de la boyuna en los capítulos finales. Demasiado tarde para un público que dio la espalda al producto de la ABC, y que deja tantas interrogantes como temporadas se hubieran marcado si la audiencia se lo hubiera permitido.

ABC 2012