15 de febrero de 2010

The Road: Camino al infierno

Película desasosegante, dura, apocalíptica y genial, aunque la primera palabra que se me ocurrió fue chunga, tan claro que me sirve para describir las sensaciones que me dejaron el visionado de la adaptación cinematográfica de la novela de McCarthy.

The Road plantea un mundo postapocalítico donde la raza humana camina literalmente hacia su extinción. Un padre y su hijo intentan sobrevivir a través de las ruinas de lo que anteriormente era la sociedad moderna. Nada queda salvo los restos de la civilización humana. Y sobre esos restos los pocos supervivientes pelean por cualquier cosa que llevarse a la boca, ante el triste final que les plantea una naturaleza muerta, donde el gelido ambiente, la lluvia y el cielo plomizo nos muestran un mundo donde escasea la esperanza

(No sigas leyendo si no has visto la película)
La trama se desarrolla de forma lenta y con escasos cambios importantes. El ritmo pausado sirve para acompañar el viaje de los dos protagonistas formando parte de la narrativa y de esta historia donde el mejor metodo para sobrevivir es pasar desapercibido entre los escombros, rebuscando cualquier cosa para alimentarse.

Cabe destacar la interesante perdida de moral del ser humano. Los hombres somos capaces de llevar a cabo las tareas más hermosas junto a las más monstruosas y en este aspecto triunfa la película por encima de todo. Las escasas personas que deambulan por el filme representan lo mejor y lo peor de nuestra humanidad. La extrema situación de supervivencia lleva a las personas a buscar alimento a través de cualquier medio. El canibalismo es la opción fácil pero en la película se demuestra una frialdad que nada tiene que ver con el morbo ni con la carnicería gratuita, que se ve y se intuye, pero además se nos muestra de la manera más "humana" posible, una simple despensa compuesta por seres humanos.

El protagonismo de Mortensen y de su hijo copan prácticamente la duración de la misma, solamente acompañados por apariciones esporádicas y que sirven para reflejar la relación protectora de su hijo ante un mundo violento. El padre esta dispuesto a cualquier cosa por proteger la vida de su pequeño, mostrándose tan irracional como los salvajes que les acechan. Su hijo, en este sentido aporta la inocencia infantil y la esperanza humana de la bondad, aparte  de la necesidad básica de la socialización, donde todo ser humano tiene la necesidad de relacionarse con sus semejantes, incluso en un mundo tan brutal como el que nos presenta The Road. En este caso es el hijo el que tiene que recordar a su progenitor que ellos son los buenos, que siguen siendo humanos y no unos simples salvajes.

La carretera -  2929 Productions
Empieza bien el año en lo cinematográfico, la cercanía de los muñecos dorados traen consigo el estreno de la artillería pesada de los grandes estudios americanos. Una pena que The Road no haya tenido el beneplácito de los académicos norteamericanos. A pesar de que son puro negocio, el cine no deja de estar ligado al negocio. No importa, estoy seguro que The Road envejecerá mucho mejor que la mayoria de los filmes con los que convive actualmente. Mortensen por su parte, sigue apostando por interpretar buenas historias y buenos personajes. Una historia de violencia y Promesas del este quedan recomendadas junto a The Road.

Tráiler

6 de febrero de 2010

20000 leguas de viaje submarino

Fin de mi particular trilogía y de mis lecturas vernianas. Volver a leer los grandes clásicos de este autor ha sido una extraña mezcla de entusiasmo juvenil junto a la saturación del encargo propuesto. Lamentablemente "20000 leguas de viaje submarino" se ha llevado la peor parte a pesar de ser una de las novelas con mayor reconocimiento mundial del escritor francés.

20000 leguas de viaje submarino: Hundido.


A pesar de que con el paso del tiempo mi mente solo se concentra en los mejores momentos de la novela, no puedo dejar de recordar con sopor las interminables descripciones de los diferentes animales acuáticos que van apareciendo a través del panel del submarino Nautilus. Está novela es seguramente una de las más conocidas del autor y el misterioso capitán Nemo uno de sus mejores personajes.

La trama de esta novela comienza de manera memorable. Un extraño y gigantesco narval esta causando el terror en diferentes países del mundo por los accidentes que provoca en los transportes y medios marítimos. El eminente oceanógrafo Aronnax junto a su acompañante Conseil, son invitados a participar dentro de un buque de guerra norteamericano que se ha propuesto dar caza al monstruo. En esta empresa también participará un famoso arponero canadiense Ned Land. Cuando el buque de guerra se enfrenta al monstruo, los tres personajes, citados anteriormente, caerán accidentalmente al mar, siendo recogidos por un ente metálico y submarino, comandado por el extraño capitán Nemo.

Julio Verne se vuelve a superar en un arranque espectacular, convirtiendo un hecho insólito en un grandioso paso de la modernización y del talento humano. El Nautilus es el primer soporte mecanizado que puede desplazarse por debajo del mar. Y al mando de tan extraordinario aparato se encuentra un personaje singular, un hombre lleno de odio hacia el mundo que todos conocemos y que en su utopía de romper los lazos con el resto de la humanidad se sumerge en las profundidades de los océanos en búsqueda de algo tan básico para el ser humano, la libertad.

El profesor Aronnax, Conseil y Ned Land, serán mantenidos con vida con la única condición de compartir el destino de Nemo y de sus hombres, permanecer dentro del Nautilus hasta el final de sus existencias. Sentando la base para un posterior conflicto.


El trayecto del Nautilus discurre prácticamente por todo el globo terráqueo. Pero lo peor de la novela y que ya se daba en "Los hijos del capitán Grant", es la excesiva descripción científica, y en este caso, naturalista del medio en que se desarrolla la trama. Aronnax nos describe un mundo submarino con sus múltiples variedades en peces, moluscos y de cualquier bicho que ose ponerse ante sus ojos. O mejor dicho, ante la enciclopedia que Verne debía tener al lado mientra escribía. Verne también usa para este fin, al fiel siervo del profesor, Conseil, dotándolo de una enorme capacidad de clasificación, perdiendo así este personaje la escasa empatía con el lector. En este caso, echamos de menos al personaje carismático, el típico simpático que ameniza algunas páginas. En "La isla misteriosa", estaba el marinero Pencroff y su incansable espíritu. En "Los hijos del capitán Grant", las disputas entre Paganel y McNabbs, mientras que en la novela que nos ocupa, esta figura se pierde, mejor dicho, se intenta compartir con la manía clasificadora de Conseil o la espontaneidad del arponero Ned Land. Pero no se consigue alcanzar los niveles citados anteriormente. Verne salva el personaje de Land aumentando su espíritu belicoso y dispuesto a escapar del Nautilus a cualquier precio. Conseil sin embargo, cae en desgracia, nada aporta, salvo la de apoyar a Aronnax, o a Land según sea el caso. Aparte de clasificar más peces y describirlos en varias páginas que podríamos obviar fácilmente.

Después de cierto tiempo, mi lectura sobre "20000 leguas de viaje submarino" llega a su fin. Parece que no ha sido gran cosa hasta que el propio autor nos recuerda todos los acontecimientos que se han ido dando, la lucha con los calamares gigantes, la conquista de la Antártida, el túnel arabigo, la Atlántida, los paseos subacuáticos, las hulleras... y otros grandes momentos que merecen ser leídos al menos una vez en la vida.

Mi conclusión final es positiva, aunque ya he mencionado los problemas de esta novela, esa excesiva morralla se da en mayor contenido que las dos anteriores novelas citadas en este blog, o tal vez sea que yo me he dado cuenta en mayor cantidad. Lo que sí me gustaría destacar es el paso adulto, por llamarlo de algún modo, que Verne alcanza en esta aventura. Los personajes son más oscuros y siniestros, el canadiense Land va encerrándose en sí mismo según va pasando su encierro, planeando su huida y empujando a Aronnax a acompañarlo. Nemo es bastante singular, un personaje extraño y brillante, la resolución de sus ideas iniciales ya las conocía y prefiero a este Nemo misterioso que al nostálgico y protector de "La isla misteriosa". Sin duda uno de los grandes aciertos de Verne, crear a un personaje capaz de romper con lo establecido y explorar los confines del mayor elemento que hay en nuestro planeta.

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Veinte mil leguas de viaje submarino